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INVESTIGADORES OAXAQUEÑOS

Liliana: identifica especies mediante ADN en lagunas costeras de Oaxaca

ADN en lagunas costeras de Oaxaca

NÉSTOR YURI

JAVIER TOLEDO

Oaxaca tiene el privilegio de tener un tesoro ambiental. Nuestras lagunas costeras son parte de los ecosistemas más importantes del mundo. De su estudio, cuidado y conservación depende la salud del planeta.

Liliana es una joven investigadora que llegó a México desde su natal Colombia. No es mexicana, pero encontró en nuestro país la oportunidad de realizar altos estudios académicos y aportar para el desarrollo de la ciencia en Oaxaca. Su ciudad natal es Fusagasugá, que es un municipio colombiano, capital de la Provincia del Sumapaz, ubicado en el departamento de Cundinamarca, al sur de Bogotá y en el centro del país, muy lejos del mar, lo que resulta curioso porque desde pequeña supo que quería ser bióloga marina.

Su familia es un matriarcado, así lo define, y ahí aprendió a ser valiente e independiente, a luchar por lograr su metas. Se hizo bióloga marina en la Universidad “Jorge Tadeo Lozano” de Bogotá, así que tuvo que dejar el hogar materno para irse a la capital y, posteriormente al puerto de Santa Martha, en su país, para completar su carrera gracias al apoyo de una fundación local. Ella misma se considera buena en economía y análisis de datos, pero su verdadera vocación está en el mar y sus ecosistemas, además de practicar el atletismo, en donde ha podido participar en algunos eventos.

Dos años después de concluir su licenciatura llegó la oportunidad que esperaba. La UNAM, a través de internet, lanzó una convocatoria para realizar la Maestría en Ciencias del mar y limnología. No tenía dinero para viajar a México, pero con el apoyo familiar lo logró. Ahora debía conseguir la beca Conacyt para poder sobrevivir en nuestro país, en donde solo conocía a otros estudiantes colombianos que estaban estudiando también. Su maestría la hizo en Yucatán, en el campus de la UNAM en el puerto de Sisal.

Al finalizar su maestría tuvo conocimiento de que la doctora Valentina Islas Villanueva buscaba alumnos para doctorado que quisieran trabajar en un proyecto en las lagunas costeras de Oaxaca. No lo pensó dos veces. Buscó los medios para viajar a Puerto Ángel y aplicar en la Universidad del Mar. Tuvo la fortuna de ser aceptada y, a partir de entonces, la doctora Islas se convirtió en un gran apoyo para lograr el éxito y obtener su grado de Doctora en Ecología Marina, por la UMAR.

Mas allá de su atractivo turístico, que es el único que apreciamos quienes viajamos a la costa, las lagunas costeras son sitios de transición que contienen diversos hábitats, como manglares, marismas y pastos marinos. Estos hábitats funcionan como sitios de reproducción, alimentación, desove y hasta corredores de migración para muchas especies. Y debemos sentirnos orgullosos porque en Oaxaca tenemos la mayor biodiversidad en flora y fauna terrestre. Por tanto, más allá de ser un recurso turístico, las lagunas costeras son ecosistemas indispensables para la salud del planeta.

De acuerdo con Liliana, “el conocimiento sobre la biodiversidad del ambiente costero es aún insuficiente, puesto que la mayoría de los estudios realizados en la costa se han concentrado en las Bahías de Huatulco y Puerto Ángel, las cuales se encuentran bien caracterizadas; aun así, existen otras zonas que pueden tener igual o mayor número de especies. Aunado al poco conocimiento sobre la diversidad de otras zonas costeras, se presentan investigaciones sesgadas hacia grupos de interés específicos lo que conlleva a una descripción heterogénea de la diversidad.”

Ella amplía su campo de estudio a otros ecosistemas utilizando técnicas de ADN y no solo taxonómicas, es decir, se apoya en el análisis genético y no solo en las características físicas de los organismos que estudia y que obtiene de muestras de lodos de esas lagunas costeras. Usando herramientas genéticas evalúa la diversidad de animales, bacterias y hongos en los sistemas lagunares de Chacahua-Pastoría y Corralero-Alotengo recolectando muestras en dos períodos muy diferentes: la temporada de lluvias y los meses de sequía. De los organismos presentes en los sedimentos extrae el ADN en los laboratorios de genética de la UMAR. La posterior secuenciación se realiza en la Universidad de Stanford, en Inglaterra, en donde Liliana tuvo la oportunidad de realizar una estancia académica. Con los resultados obtenidos pudo interpretar la dinámica de las comunidades de microorganismos y, de manera colateral, tener una idea de la salud de dichos ecosistemas.

Sus resultados le mostraron que, aunque los dos sistemas lagunares son similares, son diferentes en estructura y riqueza de especies. Encontró notorias diferencias entre un ecosistema protegido, como lo es el de Chacahua contra lo que es Corralero. Gracias a ser un área protegida, el sistema lagunar de Chacahua es más rico que el otro. Detectó, además, especies nocivas, invasoras, no autóctonas, bioindicadores y otras especies de interés comercial, además de otras que no se habían reportado antes. Obtener datos permitirá hacer comparaciones y evaluaciones futuras sobre el estado de estos ecosistemas y poder tomar decisiones sobre su uso y protección, especialmente en estas lagunas costeras que son de interés turístico, comercial, social y biológico. La principal aportación de sus estudios se reflejará en la protección de los ecosistemas.

Liliana Castro Cubillos, colombiana que se siente muy agradecida con México, es candidata a Doctora en Ecología Marina por la UMAR.

Contacto: nestoryuri@yahoo.com