En la opinión de Daniel Porras…

Damas y caballeros estamos ya en la recta final del primer mes del famosísimo 20- 20. ¡Cómo pasa el tiempo!, tiempo es lo que menos tenemos para empezar a ver resultados contundentes en el gobierno morenista comandado por AMLO.

A los mexicanos nos urge ver, sentir resultados de cambio en el país, en materia de seguridad, economía, salud, educación, empleos, inversión etc.

 En ese mismo orden, es la urgencia, es la prioridad. Aunque de prioridad se trata, como sociedad, queremos de todo un poco, resultados mínimos pero visibles, o ¿Usted qué opina amable lector? ¿Cuál es su sentir?

Mientras tanto al presidente lo vemos ya muy seguido por territorio oaxaqueño, ¿Será que el gobernador Murat son de los pocos o más bien contados priistas del agua de AMLO?

Mientras son peras o son manzanas, el presidente inaugura una carretera hecha por los mismos habitantes. Las críticas no se hicieron esperar en que es una carretera no construida por manos de profesionales. En pocas palabras es un trabajo de dudosa procedencia, pero esto es el estilo de este gobierno, la polémica, dividir en opinión al pueblo, a la sociedad, unos a favor de ellos y otros en contra.

Tal vez a nuestro querido, amado y a la vez odiado presidente ya le gustó estar día a día, en el mismísimo ojo del huracán dando de qué hablar y estando en las primeras planas de la prensa en el país.

Y vaya que si ya se le hizo costumbre por una cosa o por otra, ya le gustó estar en la mente del mexicano, con sus comentarios, su léxico poco digno de un jefe del ejecutivo pero bien carismático y bonachón que hasta más de uno de la oposición hace reír.

 Ahora resulta que de la noche a la mañana, el avión presidencial José Ma. Morelos y Pavón regresa a México por orden del presidente, que porque ya cumplió el tiempo estipulado para poder encontrar un comprador en tierra yankee.

¡Vaya sorpresa! Vimos muy seguro a nuestro presidente que se iba a vender, seguramente en tierras estadounidenses (californianas), no faltó algún buen postor, un buen candidato, pero de solo de pensar el costo del mantenimiento, impuestos, el contratar al personal para usarlo y otros gastos de operación, seguramente declinaron varios empresarios, pues se le vino para abajo el business de nuestro presidente.

Entonces aquí surge la grandísima idea de la rifa del avión presidencial, vaya que grandiosa idea, 500 pesos es el costo del boleto que se plantea para poder rifar el avión presidencial.

En fin, cada día que pasa el presidente genera en su mente ideas que rayan en lo descomunal, en lo raro, y en lo polémico.

Veremos qué pasa en la primera quincena de febrero en donde darán a conocer oficialmente el destino del avión. Últimamente soñado, y cotizado por todos los mexicanos, viéndonos ya como ganadores y por supuesto viéndolo en nuestro garage… ¿Será que si se realizará tan anunciada rifa?  ¿O saldrá por ahí un misterioso comprador para no dejar en ridículo al presidente que no pudo venderlo?

Habrá que esperar… en temas no menores y de mayor relevancia en el país, retomando lo anterior, día con día como ciudadanos necesitamos ver ya el trabajo de un poco más de un año de este gobierno izquierdista, que tranquilice a más de 30 millones de personas que votaron por un verdadero cambio, cambio que hasta del día de hoy no es visto…

Entrando a cosas más amables y en temas deportivos, como ya es costumbre año con año en febrero, se realizará el súper bowl, la final de la NFL, si esa misma liga que es ejemplo mundial de organización, mercadotecnia, publicidad, espectáculo y negocio.

La liga de fútbol americano es el deporte gringo, predilecto de los estadounidenses que se deleitarán y nos deleitarán al resto del mundo con su grandioso espectáculo.

Está vez los suertudos que disputarán le Vince Lombardi será nada más y nada menos que los 49 ers de San Francisco, un equipo con mucha afición en México contra los jefes de Kansas City.

Estos últimos, hambrientos de triunfo ya que tienen 50 años de no alcanzar la gloria del emparrillado, contra los californianos que son franquicia rentable en lo económico pero no garantía de triunfos y campeonatos dentro del terreno de juego… en fin, que gane el mejor, que la gloria se lo lleve el equipo con mejor estrategia, con más garra, empuje y visión de éxito.

Como siempre, que el mayor protagonista sea el espectáculo, que entretenga a los miles de aficionados que sintonizarán el partido alrededor del mundo, y ni que decir de la afición presente en el estadio… suerte para ambos y que gane el mejor… ¡Hasta la próxima!