El canciller Marcelo Ebrard fue cuestionado este lunes sobre la posición que el Gobierno de México tomó respecto a las manifestaciones violentas en Bolivia y Venezuela, que surgieron a partir de acusaciones de fraude en procesos electorales en ambos países.

El secretario de Relaciones Exteriores remarcó que la postura de México frente a los hechos que llevaron a la renuncia de Evo Morales como presidente de Bolivia es que se trata de un golpe.

Cuando se le preguntó por qué en el caso de las manifestaciones en Venezuela, la administración federal fijo una postura de no intervención, el canciller declaró:

«Lo que vimos el día de ayer (en Bolivia), y por eso lo consideramos un golpe, es que se exige por parte del Ejército la renuncia de un presidente en funciones, eso es un hecho», puntualizó.

«En el caso de Venezuela se nos pedía que desconociéramos la Doctrina Estrada y que México reconociera a alguien que no fue electo presidente en contra de un Gobierno establecido», agregó el canciller sobre Juan Guaidó, quien en enero de este año se declaró ‘presidente encargado’ de Venezuela.

Después de esta declaración, una serie de países, entre los que se incluyeron Estados Unidos, Argentina y Brasil, reconocieron al líder opositor como el mandatario legítimo de Venezuela y desconocieron a Maduro.

Guaidó ‘asumió’ el cargo tomando como argumento la Constitución de ese país, que señala que ante un vacío de poder en la Presidencia, el jefe del Parlamento puede tomar posesión del puesto.

La oposición, y buena parte de la comunidad internacional, no reconocieron el triunfo de Maduro en las elecciones de mayo del año pasado por considerar que no dieron garantías democráticas para que pudieran presentarse sus rivales y desafiarlo.

La respuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador ante los hechos fue que México respetaría el principio de no intervención y de la autodeterminación de los pueblos, que está incluido en la Constitución y es parte de la Doctrina Estrada.

«Conozco el artículo 89, fracción X de la Constitución que establece que en política exterior nos debemos conducir con los principios de no intervención, de solución pacífica de las controversias. Sobre lo que está pasando en Venezuela, apoyo la postura de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE)», dijo el mandatario en una de sus ‘mañaneras’ de enero.

«No es que estemos a favor ni en contra (del Gobierno de Maduro), estamos por el cumplimiento de los principios constitucionales de no intervención, autodeterminación de los pueblos, solución pacífica de las controversias y respeto a los derechos humanos», subrayó.

La Cancillería puntualizó, por otra parte, que «no participaría en el desconocimiento del gobierno de un país con el que mantiene relaciones diplomáticas«.

Con información de El Financiero