Es momento de invertir en una botella reutilizable, y no solamente por el planeta, también es por salud.
Todos sabemos que el plástico es el peor enemigo del planeta principalmente el plástico de un solo uso que (como los popotes o los empaques) que acaba en la basura en cuestión de minutos y se tarda cientos de años en degradarse, y, aunque reutilizarlo ayuda a reducir un poco la cantidad de basura que es lanzada a los océanos, bosques y calles todos los días, hay una pieza en especial que con la que eso no aplica y dejar de usarla es la única solución, las botellas de agua (o refrescos, o lo que sea).
La mayoría de las personas no lo piensa dos veces antes de rellenar una botella de plástico (es lo más ecológico ¿no?), la hidratación es primero, pero la realidad es que al hacer eso podrían estar poniendo en peligro su salud.
Las botellas de plástico son gran parte del problema de la contaminación, una vez que se termina su contenido, suelen ser desechadas sin pensarlo mucho en las consecuencias, si sales a caminar por la ciudad, probablemente te vas a topar con unas cuantas olvidadas a un lado del camino fuera del bote de basura, y tenemos que hacer algo para detenerlo y reducir su consumo, pero a veces es inevitable comprar esas botellas, así que muchos recomiendan que, si lo vas a hacer, la rellenes y la uses más de una vez, el problema es que eso puede tener implicaciones graves para la salud (el planeta gana, pero tu no).
Necesitas tomar agua, literalmente te mueres si no lo haces, y si no pasas el día entero metido en tu casa, probablemente necesitas algo para transportarla (de preferencia con una tapa para que no acabes empapado todo el tiempo), pero las botellas “desechables” no deberían seguir siendo tu primera opción, de hecho, deberías estar considerando desaparecerlas de tu vida e invertir en una botella reutilizable.
No las puedes evitar por completo, es lo único que vas a encontrar en algunos lugares, pero debes evitarlas siempre que puedas y llevarlas a un centro de reciclado si tienes que usarlas.
Esas botellas de plástico que comprar en cualquier tienda o supermercado suelen pasar días en tu mochila o en el cocho y casi nunca se lavan, y no son tan inofensivas como aparentan.
Las botellas comerciales fueron diseñadas para un solo uso (cuando todavía no estábamos tan enterados de todo el daño que estaban causando) y para ser recicladas después de usarlas, y el plástico que usan para crearlas está lleno de químicos y colorantes que no son exactamente buenos para los humanos (no comerías plástico ¿no?) y que, con el calor, se transmiten al líquido que está dentro del envase.
Las botellas de plástico están hechas un químico llamado BPA, este no solo se filtra en el agua, también ayuda a que bacterias toxicas crezcan en los dobleces de las botellas. «Ciertos productos químicos que se encuentran en las botellas de plástico pueden tener efectos en todos los sistemas de nuestro cuerpo», dijo la doctora Marilyn Glenville a Good Housekeeping UK. «Pueden afectar nuestro riesgo de problemas hormonales como el SOP, la endometriosis y el cáncer de mama, entre otras cosas». Además, los expertos dicen que pueden tener hasta 900,000 bacterias por centímetro cuadrado (el plástico no solo contamina, también es lo más insalubre de este mundo) y 60% de ellas pueden enfermar a las personas.
Y no todo es culpa del plástico, un estudio publicado en el Canadian Journal of Public Health dice que muchas de esas bacterias vienen de tus propias manos (porque no te las lavas bien y no puedes ocultarle eso a la ciencia).
¿Cuál es la solución? (y no es pasar sed) Una botella de vidrio o aluminio son tu mejor opción, no solo contaminan menos, también son resistentes a la humedad (porque si crees que no hay hongos en tu botella de plástico, entonces estás viviendo en otro mundo) y no le transmiten nada a tu agua si las dejas en el sol (se va a calentar y vas a estar tomando agua como para un té, peor por lo menos va a estar limpia).
Con información de GQ México