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Murder Mystery no es la mejor película de Netflix, pero es la más divertida

Adam Sandler y Jennifer Aniston están juntos de nuevo en Murder Mystery, la nueva comedia de Netflix que es una parodia de las novelas clásicas de misterio de Agatha Christie (autora de libros como Asesinato en el Expreso de Oriente y Muerte en el Nilo) en la que un misterioso asesinato obliga al dúo a poner a prueba sus instintos y a ponerse creativos para resolverlo antes de que sea demasiado tarde, o los culpen por ello.

La película comienza con Nick y Audrey Spitz, una pareja de Nueva York que está por celebrar 15 años de matrimonio. Tanto Nick como Audrey están agotados, perdieron la “chispa” en su relación y están buscando algo que pueda devolverles las ganas de vivir (o de vivir con el otro), así que deciden finalmente realizar ese viaje a Europa que se habían prometido hacer cuando se casaron, sin imaginar que eso los metería en muchos problemas.

Durante su vuelo, Nick y Audrey conocen a un carismático millonario (con nombre de villano de película) que los invita a pasar sus vacaciones navegando en su yate, ellos aceptan (porque al parecer, nunca han visto las noticias o visto películas de terror) y terminan colándose a una “celebración” familiar llena de drama, celos y traiciones. Siguiendo el estilo de Agatha Christie, a la mitad de la fiesta, las luces se apagan y, cuando vuelven a encenderse, Malcolm Quince, el dueño del yate, tiene un enorme cuchillo clavado en el pecho.

En ese instante, todos se convierten en sospechosos del crimen y Nick y Audrey (que tienen la relación más realista del cine) encabezan la lista. Ellos no estaban invitados y no tendrían. Nada que hacer en ese yate, así que, para los investigadores, es evidente que ellos tuvieron algo que ver con eso.

El yate era el lugar perfecto para cometer un crimen, el asesino estaba escondido a plena vista y eligió un lugar lleno de personas que también querían a la víctima muerta, así que encontrarlo no iba a ser fácil.

Lo que sigue después es una extraña aventura (que se pone ridícula con los chistes de papá de Adam Sandler) en la que los dos protagonistas deben ir descubriendo pistas, siguiendo a los sospechosos y armando el rompecabezas para entender que fue lo que pasó y quien tiene más razones para querer a Mlacolm muerto, el problema es que todos tienen algo contra él, incluyendo a un piloto de carreras (Luis Gerardo Méndez) que era el protegido de Malcolm y no entiende una palabra de ingles.

Adam Sandler encontró la manera de incluir a sus personajes más famosos en esta historia para transformarla en una comedia ligera que se burla de todo y de todos, pero sin perder de vista lo que es importante, resolver un crimen. Esto se vuelve absurdo rápidamente, cada nuevo descubrimiento hace que la historia suene más exagerada y los constantes chistes (de penes) de Sandler pueden ser demasiado, pero, cuando juntas todo, el resultado es muy divertido, si no eres de los que están esperando demasiado de esto.

El personaje de Adam Sandler es una evolución de todo lo que ha hecho antes, es el “papá” de sus primeros papeles y Nick Spitz usa cada oportunidad que tiene para explotar esa faceta de “idiota adorable” que identificó al actor al principio de su carrera, Jennifer Aniston es un buen balance que mantiene la situación bajo control (porque todos sabemos que Sandler puede ser muy exagerado), Luis Gerardo Méndez se aprovecha de los estereotipos para pasar como una víctima inocente y Gemma Arterton entra al juego como la femme fatale de la historia, creando una mezcla ideal de personajes que chocan, pero se complementan para mantenerte adivinando la identidad del culpable.

Esta no es una película perfecta, no se va a ganar un Oscar y tampoco la vas a ver en la lista de las mejores películas de año, pero tampoco pretende serlo, esta es una película para cuando quieres pasar un buen rato y sacar a tu detective interno. El comentario social importante aquí (que le va a sonar familiar a quienes vieron el documental de Amanda Knox o la serie When They See Us) llega con la insinuación de que la policía (en cualquier lugar del mundo) suele actuar de manera impulsiva y señalar culpables incluso antes de analizar las pruebas.

Murder Mystery es lo que siempre habíamos esperado de Adam Sandler, que perdió su camino con películas como Jack y Jill, y que se ha estado reivindicando con la ayuda de Netflix desde que salió en The Meyorowitz Stories, pero no había tenido una buena comedia en años.

Para poder disfrutar esto, tus expectativas tienen que bajar un poco, una vez que lo hagas, esta película te va a sorprender y te va a dejar con ganas de ir a comprar las novelas más famosas de Christie.

Con información de GQ.