Hoy más que nunca, nuestro reconocimiento y agradecimiento por su compromiso, dedicación, paciencia y gran labor.
Ciudad de México a 15 de mayo de 2020.- Este Día del Maestro será diferente a otros años. No habrá celebraciones, fiestas, ni abrazos; no habrá manzanas, canciones ni dibujos para nuestras queridas maestras y maestros. Sin embargo, hoy más que nunca debemos celebrarlos. Durante la actual situación, la labor docente se ha convertido en una de las más complejas y de las más esenciales.
Con más de 25 millones de alumnos de educación básica en casa, además de los estudiantes de educación media superior y educación superior; así como la responsabilidad de continuar impartiendo clases y cumplir con el ciclo escolar, millones de profesoras y profesores se han enfrentado al gran reto de la enseñanza a distancia, a la necesidad de adaptarse a las herramientas tecnológicas, a obstáculos como falta de infraestructura, acceso a computadoras e internet y la asesoría a los padres de familia quienes son su principal apoyo en esta educación a distancia.
La educación es la herramienta fundamental para el avance y crecimiento de México ya que a es a través de ella que se puede lograr una mejor calidad de vida, mejores oportunidades de crecimiento personal y profesional y por ende un mayor desarrollo para el país. Son varios los ejemplos de crecimiento y avance que han mostrado los países que han apostado a la educación y muchas de sus acciones tiene que ver precisamente con el reconocimiento a la labor magisterial y la profesionalización docente.
No cabe duda que uno de los trabajos más importantes y a la vez más difíciles es el de ser maestra y maestro. Se requiere una verdadera vocación, de un verdadero amor por transmitir conocimiento a los niños y jóvenes. Pero no sólo eso, hay docentes que van más allá, que no sólo conocen bien su materia y enseñan bien, hay maestros que además motivan y despiertan la curiosidad por saber más, por aprender. Las maestras y maestros son grandes guías en nuestra formación y fuente de inspiración.
Este 15 de mayo, felicitemos y agradezcamos a esas buenas maestras y maestros cuya vocación los lleva a buscar maneras creativas para mejorar la calidad de la educación, para darles más a sus alumnos y hacer una verdadera diferencia en sus vidas. En México tenemos muchas buenas y buenos maestros y hay reconocerlos no sólo un día, sino siempre. En sus manos está lo más valioso que tenemos, nuestros hijos. Por eso es importante que como sociedad y como padres de familia, sumemos esfuerzos con ellos. Conozcamos a los maestros de nuestros hijos, hablemos con ellos, apoyémoslos y apreciemos la gran labor que desempeñan todos los días para educar a nuestros niños. Porque la distancia no ha frenado los lazos educativos y afectivos entre maestros y alumnos, los ha hecho evolucionar.