Han pasado prácticamente dos años desde que en diversos lugares de trabajo se implementó el home office, obligados por la pandemia de COVID-19. Aunque son muchos los beneficios que representa, también ha provocado distintos problemas para el bienestar de las personas.
Por esta razón, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) llevaron a cabo un análisis, en el cual instaron a tomar medida para proteger la salud de todos los que están realizando trabajo remoto.
Asimismo, contribuye a disminuir el tráfico en las ciudades y, por supuesto, se evita el tiempo que antes las personas tardaban en desplazarse hasta su oficina.
Sin embargo, detrás de estas ventajas también se esconde un enemigo. El informe advierte que sin planificación, organización, asistencia en salud y seguridad adecuada, el home office puede tener repercusiones en la salud física, psicológica y el bienestar social de las personas.
Las largas horas en el hogar sin tener contacto con otras personas puede derivar en aislamiento social y producir otro tipo de problemas como: agotamiento, depresión, violencia familiar, lesiones muscoesqueléticas, fatiga ocular, aumento del consumo de trabaco y alcohol, exceso de tiempo sentados ante una pantalla, y causa un aumento nocivo de peso, sostienen ambas instituciones.
Debido a que es muy probable que el home office permanezca más allá de la resolución de la pandemia de salud, es necesario implementar cambios como usar el mobiliario adecuado en el hogar, además de darse tiempo para realizar algunos ejercicios de estiramiento, salir al menos media hora todos los días de casa y tomar días de descanso suficientes.
Con información de Forbes México
